PRINCIPALES PRODUCTORES DE TE. ORIGENES Y PLANTACIONES.

INDIA
DARJEELING

Región situada al Noreste de la India a los pies de las montañas nevadas de la cordillera del Himalaya a 1800 m de altitud. En esta zona hay cultivadas unas 20.000 ha de arbustos de té. Los mejores Darjeeling reciben el nombre del champagne de los tés debido a su sutil sabor a moscatel y al aroma que le proporciona un clima fresco y nublado. La mayoría de los arbustos de té que se cultivan aquí proceden de semillas o híbridos de China o bien híbridos de Assam. Debido al clima y a la altitud los arbustos de té de Darjeeling no crecen de forma constante a lo largo de todo el año. El té se recolecta durante los meses de Abril a Octubre, en invierno los arbustos dejan de crecer y en Marzo después de las primeras lluvias de la primavera aparecen los primeros brotes, es el momento de la primera cosecha. La segunda tiene lugar entre Mayo y Junio.

FIRST FLUSH.
 Estos son los brotes más tiernos de té Darjeeling. La primera cosecha se recolecta en el mes de Abril en la zona al Este de Darjeeling. Es un té muy valorado llegando a alcanzar precios altísimos en subastas y sujeto grandes variaciones de precio en los mercados dependiendo del año y del clima.

SECOND FLUSH. 
La segunda cosecha que se lleva a cabo entre los meses de Mayo y Junio produce tés de excelente calidad, que muchos consideran los mejores Darjeeling, incluso mejor que la primera cosecha. Estos tienen un sabor menos astringente que los primeros, más maduros y de sabor algo afrutado. Las hojas de color marrón oscuro están llenas de puntas plateadas.


DARJEELINGS DE OTOÑO.
Los tés de otoño se recolectan en Octubre y una vez tratados producen hojas marrones de gran calidad. Proporcionan una infusión con matices cobrizos mucho más oscura que las anteriores.


LA DIFERENCIA ENTRE EL CAFE Y EL TE RESPECTO A LA CAFEINA

Cabe notar que el cuerpo absorbe rápidamente la cafeína del café, lo que provoca un inmediato incremento de la actividad cardiovascular. En cambio se cree que los polifenoles del té ralentizan el ritmo de absorción.
Los efectos de la cafeína se notan más lentamente, pero son más duraderos, por lo que el té es mucho más revitalizante que el café.
La cafeína del café tiene un efecto más rápido pero también más breve, estimula rápidamente pero pasado este efecto se produce en el organismo una disminución importante de la energía llegando a producir hasta sensación de sueño.
El té no es un estimulante tan potente como el café, pero mantiene su nivel en el cuerpo durante más tiempo. La cafeína del té se metaboliza de forma más lenta por estar unida a otras sustancias que contribuyen a su “biodisponibilidad.”
La cafeína del café es asimilada por la corteza suprarrenal, produciendo así el reparto por el organismo de la adrenalina (hormona de estrés). El cuerpo para compensar reacciona con el reparto de Noradrenalina.

Sin embargo, la cafeína contenida en el té estimula otras sustancias (coloidales) que afectan a los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. El reparto de la adrenalina en este caso es un efecto secundario y más suave. Por eso no se crea un estado de "estrés".  El té estimula, ¡pero no irrita!



LA PLANTA DEL TÉ


Todos los tés provienen de las hojas de la “Camellia Sinensis” o “Thea Sinensis” plantas perennes de la familia de las camelias que crecen en climas subtropicales.

Se clasifican en cinco tipos, según cómo se los procese: Blanco, negro, rojo, verde y Oolong.

Las 3.000 variedades de té se deben a diferencias tales como clima, región y condiciones de suelo.

La Camellia Sinensis es un arbusto de origen chino que puede alcanzar una altura de 2,5 a 4,5 m y crece en China, en Tíbet y en Japón, puede soportar temperaturas muy frías y vivir hasta 100 años, sus hojas miden unos 5 cm.

Estas plantas producen unas hojas coriáceas de color verde oscuro e intenso y pequeñas flores blancas muy similares a la flor del jazmín. Las plantas de té se desarrollan mejor en zonas cálidas y húmedas. El clima más adecuado es el que mantiene una temperatura de entre 10 y 30 grados, con una pluviosidad anual de entre 2.000 a 2.500 mm. y una altitud sobre el nivel del mar de 300 a 2.000 m. La combinación de la altitud y la humedad, favorecen un crecimiento lento de la planta consiguiendo así que aumente la calidad y el sabor del té.